ORACIONES RECÍPROCAS Y SEUDORREFLEJAS


 "Los alumnos de 2º de la ESO se van de vacaciones a los Alpes suizos" 
Fuente: Pixabay. Imagen con licencia Creative Commons

Las oraciones recíprocas son aquellas con verbo pronominal en las que la acción es llevada a cabo y recibida mutuamente por dos o más personas o seres que se presentan como sujetos de la oración: Todos se abrazaron después de pronunciar el emotivo discurso. 

En las oraciones recíprocas, fíjate que la forma verbal que funciona como núcleo del predicado siempre está en plural: nos vimos, os besásteis, se acariciaron... Además, estas oraciones admiten por lo general expresiones como el uno al otro, entre sí, mutuamente y otras similares. Por ejemplo:

Las dos científicas se admiraban mutuamente.

Del mismo modo que ocurre con las oraciones reflexivas, las oraciones recíprocas también pueden ser directas o indirectas, según la función que realice el pronombre personal átono.
Directas                                                                                Indirectas

El pronombre átono desempeña la función                           El pronombre átono desempeña la
de objeto directo. Por ejemplo:                                   función de objeto indirecto. Por ejemplo:
Luis y Alberto se querían mucho.                                            Ellos se  cuentan sus secretos.


Y por último nos queda mencionar a las oraciones seudorreflejas que son aquellas con verbo pronominal que carecen de valor reflexivo o recíproco: Ella no se resigna a perderlo. 

En este tipo de oraciones el pronombre átono que acompaña al verbo no desempeña ninguna función sintáctica: a veces indica el interés o la participación del sujeto en la acción y otras veces es un simple auxiliar de la forma verbal. 
Las oraciones seudorreflejas pueden armarse con verbos transitivos usados en forma pronominal: bañarse, temerse, comerse, amarse... En estos casos hablamos de oraciones transitivas. Por ejemplo: 

Ernesto se ha tomado tres infusiones con teína.

Este tipo de oraciones también pueden construirse con verbos como quejarse, arrepentirse, jactarse y otros semejantes, o con verbos que indican movimiento o estado, como caerse, irse, arrimarse, abalanzarse, apearse... En este otro caso, las oraciones seudorreflejas son oraciones intransitivas. Por ejemplo: 
Andrea se va de vacaciones a la sierra.

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